EL SALVADOR ES DE TODOS

EL SALVADOR ES DE TODOS

jueves, 30 de abril de 2015

POESIA DE LA IMPERFECCION PERFECTA

PRÓLOGO
          
La selección de poemas que hoy llegan a nuestras manos, nace de la matriz convulsiva de un territorio marginado y excluido; condenado al sufrimiento, la angustia y la desesperación humana.

Poesía que brota de una fuente tosca y natural, es decir, de las vivencias cotidianas de niños, niñas y jóvenes, en donde sus imágenes corporales sólo son eso “imágenes”, pues sus vidas, sus mentes y existencias están impregnadas de los licores amargos de la dura lucha por sobrevivir, por romper con el fatal determinismo que condena sus vidas a la nada.



Tenemos en nuestras manos las palabras que irrumpen en la comodidad de la vida de LOS OTROS, una expresión auténtica de las aspiraciones, de almas ansiosas de amor, ternura, paz y libertad.  Palabras que por su imperfección son perfectas, desprovistas de toda postura intelectual, o dicho de mejor manera, “palabras desprovistas de toda impostura intelectual”.


Mi país El Salvador

 Ya la desesperación avanza
nosotros buscamos progresar
pero con el tiempo, la situación empeora
cada vez se aproxima
un poco más… y más…
la desesperación.
                                           [Roberto]

El imperio de la necesidad
¡habita en El Salvador¡
nuestra patria tan pequeña
es compañera del hambre
pero en una mente positiva
no entrará,  y nada más
                                            [Emilio]

Veo los signos de la pobreza
en mi país El Salvador
los niños sufren el dolor
de una pobreza
que no debe habitar El Salvador
                                          
                                               [Marcos]

En mi país, lindo y feo
mucha pobreza veo
pero así vivo y morir no quiero
viviendo en la pobreza
de mi país El Salvador
aún así,  mi país es más lindo que feo
                                  
                                              [Javier]

Salvadoreños

¡Salvadoreños somos todos¡
en nuestro país tan pequeño
la vida se vive mejor
viviendo y aprendiendo
a ser muy buenos salvadoreños
  
Cada día al amanecer
los sueños comienzan a crecer
de la mano, todos juntos
llegaremos a un mejor futuro.
El futuro del salvadoreño
es de crecer y mejorar
y eso no se puede lograr
si todos no estamos en unidad.

los salvadoreños experimentan
un gozo en el pecho
al saber que se logró
ayudar a un hermano.
  
Así termina este poema
con gozo y alegría
al saber…
que Dios ayuda
este país tan pequeño.

  
                                                                                  Marcos García
                                                                                                   9°C
Mi país El Salvador

 Mi país tan hermoso
yo lo habito con gozo
aunque sea tan pobre
El Salvador, ese es su nombre.

Observo los paisajes
de mi país El Salvador
el paraíso donde me encuentro
donde yo existo

Mi palabra es un suspiro
te escribo del lugar
donde vivo y he crecido
te digo con orgullo
 ¡Soy Salvadoreño!

Este poema hoy escribo
Para que sepas como vivo
Vivo humildemente y no olvido
A la gente que está conmigo.
  

                                                Javier Alexander Alvarado Ramírez
                                                                                                   9°C















LA EMIGRACION: ¿ES UN SUEÑO O UNA NECESIDAD?. Por Alirio Alemán.

LA EMIGRACION: ¿ES UN SUEÑO O UNA NECESIDAD?.
Por Alirio Alemán.

Han pasado 15 días después de la Gran Marcha por la Vida, la Paz y la Seguridad que se realizó en El Salvador y todo ese anhelo de una paz sin violencia no sé ve, no sé siente y para muchos jóvenes solo sueñan en abandonar el terruño como una necesidad de salvaguardar su vida.

Para escribir este reportaje he tenido que mirar, preguntar, analizar el fenómeno de la emigración y narro la odisea que dos adolescentes describen sin temor a nada, pues solo ven la necesidad de soñar para sobrevivir y emigrar es la solución inmediata.
Marlon tiene apenas 14 años de edad, pero sus ideales son los de un adulto, con apenas una educación primaria que no la ha sentido como una necesidad para sobrevivir en un mundo tan contradictorio, pues su vida ha sido más a las labores del campo cobrando un jornal mísero de 4 dólares por día, y razón suficiente para murmurar sin encontrar más culpables de los muchos ya visibles.

“Yo recuerdo la tarde que estaba tendido bajo la sombra de un árbol, el mismo que ha sido testigo muchísimas veces de mis angustias, mis sueños y mi frustración de la muerte de mis amigos…yo recuerdo todo eso” comienza diciendo Marlon.
Y es que en El Salvador ya no hay una razón para sonreír, pues a diario y por doquier aparecen muertos y más muertos, en esa lista van policías, fiscales, mareros y todo lo que la violencia se pueda llevar entre las patas para engrosar la lista diaria.

Marlon aún con la cara risueña de un niño se protege de la inclemencia de los rayos solares bajo el empezó follaje del árbol, arriba están las hualcachiyas con su cantar eterno y bullicioso como advirtiendo al jovencito que su destino y futuro será en otro lugar, menos su natal caserío.

Para esos días Marlon ha visto demasiadas muertes entre ellas familiares y amigos de infancia, donde todos han sido asesinados por la misma razón: venganza entre pandillas y los que no han sido acribillados por la misma policía en enfrentamientos delictivos.
El joven campesino ya no siente miedo, ni sufre, ni llora, pues dice que ya no hay razón, ni tiempo para esos menesteres y en su diminuto universo la tristeza lo domina y su vista embrujada mira hacia las ramas del árbol testigo y contempla una fila de hormigas migrantes que subiendo y bajando sin saber siquiera para donde van. Así pasó horas escuchando las bulliciosas aves y el viaje sin rumbo de las hormigas hasta que su madre llegó en busca de él.

El Salvador no ha visto una verdadera paz desde hace muchísimo tiempo, antes de sufrir una guerra civil de más de 12 años y 72 mil muertos, también sufrió otras guerras muy distintas, pero el precio es el mismo: más muertes. Ahora sufre esta que el gobierno denomina como una mal herencia de otros gobiernos pero que lo tiene maniatado y no puede encontrar una salida viable y las muertes cada día son más.
Para Marlon, su familia y su gente salvadoreña les toca dar gracias a Dios por cada día vivido, pues el mañana no está asegurado para nadie, ni para los mismos agentes de seguridad que están para proteger a la población. El Salvador vuelve a ser noticia de tener el primer lugar en homicidios en el mundo con 481 homicidios en el mes de marzo desplazando a Honduras y Guatemala que han conformado “El Triángulo de la Muerte” según el sitio Insigh Crime.

El llamado que hizo el presidente Salvador Sánchez Cerén de no dar ni un solo espacio a la delincuencia aún no ha tenido eco, y todo gesto de marchas en pro de la paz, la seguridad y la vida no sé siente ni sé ve y razón suficiente para Marlon en murmurar, su madre en angustia insiste en adivinar en que pensada esta su hijo, él apenas un chico no habla y medita recordando el ejercito de hormigas migrantes.

Para el amanecer en el interior de la casa de Marlon, su pequeño catre aún esta calentito y la sabana arrugada no denuncia de la partida del mayor de los hijos. Son las 4:30 am, un pequeño autobús recogía pasajeros y el chofer muy apurado en voz de protesta promulgaba salir de aquel maldito lugar donde por las madrugadas han asesinado choferes, ayudantes y a cuantos estén en la lista fatídica.

Marlon ha oído hablar de “Los Junay Estey” como el sueño mágico que resuelve cualquier problema, o sea el escape de la realidad viviente, y como soñar no cuesta ni un peso, por eso esta subido en aquel bus para llegar a ser una persona muy importante en el país del norte. También ha oído que para llegar hasta la USA tiene que cruzar países, ríos, desiertos, también le dijo el dueño de la tiendita que nada está asegurado, pues en esta travesía hay que correr muchos riesgos como el secuestro, asaltos y hasta la misma muerte, pero no le importa todo eso y nadie lo detendrá.

Un día escuchó que no es bueno viajar solo y en su mente esta invitar a su primo que vive en la ciudad y según él es más avispado. Cuando llegó a la casa de su tía que vive en un barrio capitalino se asombró de ver aquellas paredes desnudas sin adorno alguno y solo una cortina de plástico dividía la sala con el dormitorio, en realidad era un solo cuarto alquilado en una pensión por 50 dólares al mes, eso sí, sin servicios básicos más allá del agua y un solo sanitario para todos los pensionados.

La tía lo recibió sorprendida tal y cual estaba, con el cabello amarrado como un hongo destartalado dejándose ver el rostro que parecía más trasnochada que un borracho de esquina. Su hijo (José) no suelta la mirada curiosa a su primo Marlon que quiere hablarle a señas y proponerle la mejor salida del mundo para dejar aquella vida hostil llena de muertes y violencia que se lleva a cuantos puede.

Mientras la tía ofrece un desayuno, advierte de no salir de la pensión ni a la misma esquina y los abraza dándoles un adiós de “Hasta la tarde”;  los chicos ven como aquella silueta enfrascada en la tía va desapareciendo y ellos empiezan a tramar el ansiado viaje y José de apenas 13 años creyendo una aventura de unos cuantos días recoge lo que puede en una vieja mochila escolar.

Los dos adolescentes salen a la terminal de buses que los llevaría a los que todos llaman “El Norte” en la ruta trazada también viajan personas parecidas o embutidas en el mismo ideal; hombres, mujeres con niños y lo que más se ve son jóvenes con rostros de niños muy afligidos que parecieran que nunca han sonreído y solo se van para olvidar un pasado triste que se llevó al otro mundo a sus mejores amigos.

Aquellos viajeros migrantes ven por última vez la bandera nacional colgada en un árbol junto al comedor donde compraron la única ración de comida, después de ahí es tierra ajena y Guatemala los espera sin importarle cuantos pasen por ahí.

En El Salvador, Honduras y Guatemala, la violencia, el desempleo y la inseguridad a gestionado la odisea más grande de niños y adolescentes en los últimos tiempos, según reportes oficiales entre 80 mil han abandonado su tierra natal en un solo año, dejando atrás sus familias, sus sueños y muchos como Marlon y José ahí vienen sin decir tan siquiera adiós.

“La Ruta del Migrante” se ha llenado de aventureros cuando aún juegan a ser niños, pero las condiciones inhóspitas los empujo a otras tierras, a otra vida tan diferente…eso si logran llegar hasta la USA, pero antes que eso les espera un mar de aventuras, sufrimientos, vejaciones y no les importa  correr los mil peligros y buscaran la ruta donde esta “La Bestia” (Tren que atraviesa el litoral mexicano) pues es la mejor opción para los que no llevan “Pisto” (dinero)…

Estos niños y adolescentes ya titulados de migrantes han renegado de los gobiernos actuales por no hacer mucho o nada para prevenir estos éxodos masivos. Ellos más de una vez jurarían estar allá junto a su familia y su pueblo, mas ahora se sienten perdidos en la bruma del litoral mexicano donde cada palabra es muy diferente. Que importa todo eso, el lomo de “La Bestia” los espera para el comienzo de una vida mejor o quizás llena maltratos y amargura…

Próximo reportaje: LA BESTIA; sinónimo de triunfo o muerte.

(Continuara). 

TRAS LAS HUELLAS DEL SEMBRADOR-Por Claudia Figueroa

TRAS LAS HUELLAS DEL SEMBRADOR-Por Claudia Figueroa

La vida es un gran campo de cultivo, donde se siembran diferentes semillas: del amor, de la templanza, de la belleza, de la generosidad, de la amistad, pero junto con esas semillas crece la maleza del odio, la apatía, el egoísmo, del dolor.

El maestro es el sembrador del campo de la vida, como tal, debe saber reconocer que es semilla y que es maleza, esta, mientras más se deje crecer, más difícil será cortarla de raíz, la semilla es la virtud que uno siembra, la maleza es su contraparte.

El maestro, como sembrador, debe ejercer el arte de la paciencia, poniendo especial cuidado en la raíz, así lo hizo un gran Maestro de nuestra historia, uno que tuvo la paciencia de arrancar poco a poco y de raíz la maleza que crece en el corazón, la cizaña que crece a causa de los preconceptos concebidos que cierran los ojos del corazón, nos mostró otra perspectiva de ver la vida, interiorizando más y más para aprender de nosotros mismos.

El maestro, como sembrador, como héroe anónimo, tiene la paciencia para escoger las semillas y sembrarlas, abonarlas, regarlas, y dejar que den fruto, quitando la mala hierba que impide que crezca, pero el ser humano no tiene paciencia para sembrar, tomarse el tiempo de cosechar y admirar los frutos, quiere ver los resultados rápido.

El maestro tiene la capacidad de hacer una hoguera con semillas más que con leña, la leña se quema rápido, y solo se enciende el fuego una sola vez, el encender la hoguera con semillas hace que el fuego se mantenga vivo, porque se siembra la semilla, se espera que germine, crezca y endurezca el tronco, de hojas, flores y frutos y del fruto surgen nuevas semillas, para poder podar las ramas y hacer un nuevo fuego que permanecerá siempre.

Quien no alcance a ver el poder encerrado en una semilla, no podrá honrar la vida cada día, no podrá cambiar el mundo que lo envuelve, nunca influirá en el ambiente social y profesional a su alrededor. Un cambio de cultura solo será legítimo y constante si ocurre por medio de las sencillas y ocultas semillas plantadas en la mente de los hombres y mujeres, no por medio de la imposición de pensamiento.

Vivimos en un mundo cambiante, donde la tecnología ha hecho muchos avances, pero ha separado al ser humano del entorno, donde se ha mejorado la comunicación, pero se ha perdido el arte de dialogar y escuchar, donde se hacen cálculos rápidos, pero se perdió el difícil arte de pensar, un mundo donde los jóvenes se han ocultado, conocen el mundo entero, pero no conocen a su vecino ni a su hermano.

Es hora de empezar a observar los aspectos sencillos de la vida, en ver los pequeños cambios, de disfrutar con las cosas sencillas de la vida, darnos cuenta que tener no es lo mismo que ser, es momento de recuperar el contacto con el entorno y el mundo que nos rodea, ya es hora de empezar a ver la vida con otros ojos, buscando lo pequeño que lo inmediato, juntando todos los pequeños logros, se puede hacer un gran cambio.


LA DANZA DE TERPSICORE-Por Claudia Figueroa

LA DANZA DE TERPSICORE-Por Claudia Figueroa

Me encuentro en el mundo de las musas, a lo lejos, hay una jovencita que está danzando, su cuerpo dibuja el mismo sistema solar con cada movimiento, es Terpsícore, quien, no deja de bailar, abre los ojos, me mira fijamente, y me invita a pasar con ella, y en tono jovial y ligero, habla conmigo.

Me cuenta mil cosas sobre la danza, ella inspiró al rey David para alabar a Dios, e inspiró a otros a que alabaran al Dios altísimo sin necesidad de palabras, porque el amor es movimiento que nos envuelve, y todo está en movimiento, todo se mueve a un ritmo especial, y solo quienes pueden llegar a penetrar en el velo de la ilusión que la danza es solo técnica, ha entrado al mundo de las musas que no está entre el mundo que conocemos.

Terpsícore, mientras habla, es un halago escucharla, todas las culturas fueron inspiradas por ella para sus rituales religiosos, hasta que la danza cayó en malas manos, su corazón destrozado busca en cada movimiento una pequeña luz que la lleve a recuperar su libertad, su sueño de volver a orar levantando las manos y moviéndose al compás del ritmo de la naturaleza y de las estrellas.

¿Qué te detiene, mi bella Terpsícore? Tienes razón, ya no hay coros de danzantes, ni corazones valientes que quieran honrarte y adorar a quien tú adoras, que es el mismo Dios que está en las alturas y se ve complacido con verte bailar, ya que no hay oración más sutil y sublime que el movimiento.

Todo se mueve, nada se detiene, cada cosa tiene un ritmo, todo vibra a un nivel diferente, yo te he buscado porque quiero aprender a alabar a Dios sin necesidad de hablar, que sea mi corazón quien se regocije de Él y que se llene de su presencia, la danza puede ser de diferente tipo, pero todas llevan a un mismo fin: el reunirnos con Dios, con nuestro Creador, de ser uno en su presencia, y de volvernos hermanos todos.

Terpsícore se aleja un poco y empieza a danzar, mi corazón se alegra porque siente sus anhelos, su esperanza y sus sentimientos, en un movimiento alza sus brazos y me lleva con ella para que bailemos. “Bailemos, celebremos que estamos vivos, y que el mundo necesita de nosotros”. Yo no podía creer lo que me decía, mi cuerpo se entumeció, pero su mirada tierna de niña jovial que no tiene nada que temer, me dio la confianza, y empecé a moverme poco a poco, “la danza es una oración en movimiento,”  “no tengas miedo y no dudes en bailar y de celebrar la vida.” Sus ojos se volvieron a humedecer, y una lágrima rodó por su mejilla, yo la toqué y vi por primera vez, lo que ella quería, había una prisión que la dejaba cautiva, no la dejaba ir, y añoraba esa libertad, y mientras los hombres denigren la danza como algo sagrado, la luz y la sonrisa no volverán a su rostro hasta que ese caos se restaure, yo solo logré decir: “déjame ayudarte” y aquí que tengo la misión de enseñar que la danza va más allá de una técnica, sino que es la expresión de libertad que tiene el alma para encontrar la luz del sol que su prisión le evita ver, es ese atisbo de remanso de paz que se puede encontrar en medio de la tormenta del día a día.


Terpsícore no deja de danzar y soñar que algún día podamos nosotros celebrar la vida sin que tengamos que caer en el mundanal movimiento denigrándose hasta el punto del animalismo, y hasta que lleguemos a ese punto, los barrotes de su prisión se harán cada vez más gruesos que será imposible que pueda salir de allí.

INVICTUS- Por Claudia Figueroa

INVICTUS- Por Claudia Figueroa

Out of the night that covers me,
Black as the Pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be
for my unconquerable soul. -
In the fell clutch of circumstance
I have not winced nor cried aloud.
Under the bludgeoning of chance
my head is bloody, but unbowed. -
Beyond this place of wrath and tears
Looms but the horror of the shade,
and yet the menace of the years
Finds, and shall find me, unafraid.
It matters not how strait the gate,
How charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate;
I am the captain of my soul.
INVICTUS

Más allá de la noche que me cubre
negra como el abismo insondable,
doy gracias a los dioses que pudieran existir
por mi alma invicta.
En las azarosas garras de las circunstancias
nunca me he lamentado ni he pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
donde yace el Horror de la Sombra,
la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.