LA INMIGRACION
El tiempo va pasando, es periodo de cosecha en los campos
abiertos de Guatemala, El Salvador, Honduras y el resto de Centroamérica. Los
habitantes están buscando mejores oportunidades de desarrollo económico. La
gente quiere trabajar, y los que no pueden, se han dedicado a robar el poco
dinero que logran obtener con las ventas en el mercado local. Pero logran salir
adelante.
Es la década de 1930, las dictaduras están a la orden del
día en diversos países del Istmo centroamericano, aunque hay un régimen
totalitario, hay orden. Los presos construyen las calles, los vagos y borrachos
se iban a las cárceles, y los habitantes vivían tranquilos.
Pero, en este momento en que esto se escribe, poco se ha hecho para que la tierra prospere
como en los tiempos de antaño. Los diferentes flagelos están a la orden del día.
La inseguridad es un factor que esta afectando a la población. Las extorsiones
ya no dan tregua a los bolsillos del pueblo que busca trabajar para subsistir. Pero,
cual es la solución que la gente encuentra? Lo más fácil es emigrar a otro país
donde puedan trabajar y salir adelante.
Mucha gente lo ha logrado, y con ello, ha conseguido
ayudar a los suyos, pero también, ha dejado atrás a sus seres queridos, y
muchos de ellos son niños que no necesitan otra cosa más que el amor y
orientación de sus padres. Pero, que otra cosa lleva a la gente a emigrar?
Mencionamos a la inseguridad, que es algo que afecta a todos, otro factor es el
aspecto socio económico que gobierna sobre el país, o el tipo de gobierno o régimen
que ofrece que muchos cumplen y otros no, en mejorar la calidad de vida de la
gente.
Quieren conocer de mi país? Déjenme hablar de un país muy
pequeño en territorio que se encuentra en el istmo centroamericano. Un país
cuya riqueza se encuentra oculta bajo los pies y la mirada de sus habitantes.
Aquellos que buscan siempre un modo de sobrevivir más que de vivir, y que
siempre se caracterizo por ser un país luchador y trabajador.
Luego de vivir doce años en una zozobra a causa de una
guerra civil que mato a más de un millar de personas. Una guerra que llevo a
muchos a tener que emigrar a otros países como Estados Unidos o Canadá para
salvar sus vidas. La mayoría de las familias mandaban a sus hijos, muchos de
ellos huérfanos a causa de los fusilamientos y masacres que se daban en las
fincas y lugares aledaños. O los reclutamientos de niños en las filas tanto del
ejército como de la guerrilla. Etc.
Hoy en día, la historia no difiere mucho con lo que paso
hace ya más de 35 años, solo que el contexto y las razones que llevan a las
familias a emigrar en este periodo histórico en el que vivimos, han cambiado de
vestido y de forma, pero siguen siendo las mismas: escasez económica,
inseguridad, pobreza extrema, extorsiones, y una guerra entre soldados y fuerzas del orden
en contra de las pandillas que se disputan el territorio. Muchos mueren en el
intento de salir o por causa de las disputas y rencillas.
La historia muestra una guerra fratricida por más de doce
años, y realmente son más, ya que los secuestros y asesinatos a principios de
los setentas son parte del conflicto. Y nuestros países de la franja
centroamericana siguen repitiendo los mismos patrones, que tiempo atrás tomaron
para tener una vida mejor. Los países como Estados Unidos y los de la Unión
Europea, hacen su parte para erradicar la ola de inmigrantes que llegan a sus
tierras por diferentes motivos. Buscando soluciones para que la gente pueda
llegar legal a trabajar y tener una vida mejor. Que eso es lo que buscan todos los
que salen de sus tierras, una vida mas prospera.
Si queremos tener una vida mejor, debemos crear una mejor
condición de vida, mas no podemos crearla viviendo en el miedo y la
incertidumbre. El ser humano tiene derecho a vivir dignamente, a trabajar y proporcionar
los medios de vida que necesita para que se pueda desarrollar. Pero no podrá
hacerlo mientras se encuentre con gente que solo busca perjudicarlo.
Para que un país avance, es necesario que todos y cada
uno de sus habitantes hagan su parte, independientemente del trabajo que tenga,
y no permitir que vivan con el miedo de que dos bandos los vayan a afectar ya
sea porque inician en una pandilla, o simplemente porque fueron escogidos al
azar.
Todos debemos contribuir al desarrollo de una nación, la
seguridad depende de cada uno de nosotros, y no de un pequeño grupo que forma
una institución que brinda seguridad. Todos debemos caminar de la mano uno con
el otro para salir adelante.
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