EL SALVADOR ES DE TODOS

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viernes, 1 de mayo de 2015

¡Allá van los niños, se fueron los niños! Por Azael Alberto Vigil (Lito Curly) 04-21-15

¡Allá van los niños, se fueron los niños!
Por Azael Alberto Vigil (Lito Curly) 04-21-15

Allá van los niños centroamericanos rumbo norte en busca de sueños
Allá van los niños con sus mochilas al hombro repletas de ensueños
Atrás quedan sus padres con el corazón en la mano y lágrimas en la mirada.

Atrás dejan su infancia, cordón umbilical, cultura, familia, religión e idioma.
Allá van los niños tristes al encuentro de un nuevo porvenir, no les queda otra salida
Abandonan a su país que los aborta en silencio y les prescribe sálvese quien pueda
Allá están los políticos de turno hablando de progreso, economía -en- auge y libertad
Hablan de más impuestos, educación y salud con una nefaria y burlesca seriedad.

Miguelito cumplió sus 12 añitos y ya los del arrabal lo quieren reclutar
Juancito fue descuartizado en cien pedazos por no querer aceptar
Lolita fue secuestrada, violada y asesinada el día de su fiesta quinceañera
Las muchachas de su edad son perseguidas y acosadas por doquiera.

En El Salvador y Honduras ser niño pobre es estar condenado a una muerte anticipada
Nada ha cambiado desde hace treinta años que mis hermanos y yo huimos de la guerra.

La misma película de siempre se repite con distintos actores, hechores y traidores
El niño siempre en ‘carrera’ permanente, siempre perseguido y martirizado en sus albores…

Allá van los niños centroamericanos rumbo norte en busca de vida
Huyen de la muerte que se pasea a diario por el patio de sus casas.

Atrás dejan sus juguetes queridos, el perro y el gato más la sonrisa
Allá van los niños con sus pobres inocencias de equipaje, sin camisa.

Un país sin niños es un país sin esperanzas que ciego y necio espera un futuro mejor.

Un país sin niños es un próximo asilo de ancianos que no tendrá quien le lleve flores al entierro.
Un país que no cuida a sus niños se precipita a su propio precipicio con nublado juicio.

Un país que expulsa a sus niños, también regala su capital social y tarde o temprano se queda sin la tortilla ni el comal…


¡Allá van los niños, se fueron los niños!

1 comentario:

  1. El niño es como una semilla, sin semilla no hay àrbol, y sin àrbol, no hay vida, ni fruto, nuestro problema principal es que la sociedad no puede aceptar su realidad.

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